Cuando el frío aprieta buscamos soluciones que mitiguen el problema de forma inmediata pero, ¿pensamos en el consumo que eso nos provoca?. El aire acondicionado con bomba de calor es el sistema de calefacción más eficiente del mercado. Su consumo es mucho menor para la misma aportación de calor que aparatos como radiadores, acumuladores eléctricos o termoventiladores.
Con esta primera ola de frío seguramente el cuerpo nos pida que no es necesario estar abrigados hasta las cejas estando en casa. Los aparatos de calefacción eléctrica pueden ser una solución perfecta para estos periodos donde bajan las temperaturas en las islas.
Dejamos atrás el calor veraniego para ir sacando la ropa de invierno e ir preparándonos para el frío. Una solución económica para estos meses es la calefacción eléctrica, ¡y sin necesidad de instalación!. La ‘eterna primavera’ en Canarias hace que no existan muchas instalaciones de calefacción central. En otras palabras, las temperaturas no suelen bajar de 15ºC (en casos muy puntuales). Por tanto, buscamos soluciones rápidas y que nos calienten en determinados momentos del día.
La estación otoñal lleva consigo una bajada de las temperaturas además de resfriados, catarros y alergias. Cuidar la calidad del aire que respiramos será de ayuda para evitar posibles enfermedades y sobrellevar mejor el camino hacia el invierno. Tratar el aire con purificadores o deshumidificadores y humidificadores puede ser una solución perfecta para mejorar nuestro estado de salud.
El mercado de la vivienda vacacional ha aumentado en los últimos tiempos. Anteriormente, buscábamos estancias hoteleras con todos los servicios y el confort asociado (aire acondicionado). Ahora, el alquiler de casas, villas o apartamentos de uso exclusivo ha ganado terreno a la pulsera del ‘todo incluido’ buscando escapadas cortas y experiencias turísticas más personales y diferenciadas, sin renunciar a los servicios y el confort que demandan los huéspedes.
Comienza la vuelta al cole, con gran importancia en la calidad del aire, después de que en marzo se decretara el estado de alarma y miles de estudiantes dejaran las aulas vacías. El impacto de la pandemia en los/as más pequeños/as ha sido mayor al cambiar su rutina al 100%. Lo que antes era su habitación o salón se convirtió, de repente, en su colegio. Un ordenador, una tablet o un móvil se transformaron en pizarra virtual de la noche a la mañana.