El mercado de la vivienda vacacional ha aumentado en los últimos tiempos, y más con la ‘nueva normalidad’ en la que vivimos. Anteriormente, buscábamos estancias hoteleras con un servicio total para el usuario. Ahora, en plena pandemia, parece que el alquiler de casas, villas o apartamentos de uso exclusivo ha ganado terreno a la pulsera del ‘todo incluido’ buscando más acotar con quién estamos antes que el confort personal.
Comienza la vuelta al cole, con gran importancia en la calidad del aire, después de que en marzo se decretara el estado de alarma y miles de estudiantes dejaran las aulas vacías. El impacto de la pandemia en los/as más pequeños/as ha sido mayor al cambiar su rutina al 100%. Lo que antes era su habitación o salón se convirtió, de repente, en su colegio. Un ordenador, una tablet o un móvil se transformaron en pizarra virtual de la noche a la mañana.
Una de las dudas más frecuentes a la hora de instalar un sistema de climatización es qué potencia del aire acondicionado necesito para mi casa. Es cierto que a mayor potencia hay mayor consumo, pero lo más relevante es elegir la potencia adecuada para la zona a climatizar. Antes que nada hay que saber diferenciar entre potencia térmica y potencia eléctrica.
¿Enfría igual un aire acondicionado portátil y un climatizador evaporativo? ¿Tienen la misma funcionalidad? En el siguiente artículo intentaremos explicarte cómo funciona cada uno de ellos para disipar las dudas que se te puedan plantear.
Con la compra de un equipo climatizador es importante confiar la instalación de aire acondicionado en un instalador profesional. Los sistemas que utilicemos en nuestro proyecto de climatización contienen gases fluorados. Estos, por ley, solo pueden ser instalados por una persona acreditada para su manipulación.
El teletrabajo es una solución que muchas empresas están adoptando para afrontar la ‘nueva normalidad’. Esto supone un quebradero de cabeza para el trabajador o la trabajadora que no tiene aire acondicionado. En el horizonte se prevé uno de los veranos más calurosos de los últimos años con el añadido de tener que vivirlo en casa.